jueves, 25 de junio de 2009

Recuerdos del ayer


En mi lejana juventud me ponía en contacto con familiares y amigos a través de un medio de comunicación que hoy ha quedado en el olvido . Un medio entrañable, bonito y muy personal. ¿Quién no ha sentido ese placer que produce recibir la carta de un familiar, un amigo o la novia?
¡Que largos se hacían los días esperando al cartero !
Aquellas cartas traían noticias del ser querido, pero también algo muy importante, aquel papel había sido tocado, manoseado, besado y a veces perfumado por aquella persona, reconocer su caligrafía en el sobre ya era motivo de alegría.
Desde luego esta forma de comunicación era lenta, pero las gratas sensaciones que producía, duraban bastante más que un suspiro.